La empresaria y directora del diario Clarín, Ernestina Herrera de Noble, murió a los 92 años luego de haber estado hospitalizada durante varios días. Heredó la dirección del diario y la propiedad de la empresa periodística en 1969, luego de la muerte de su esposo Roberto Noble. En la década siguiente la compañía se expandió a partir de la cuestionada compra de la empresa Papel Prensa, intervenida por el gobierno de facto, y desde entonces, siempre bajo su dirección, se convirtió en el mayor grupo de medios de comunicación de latinoamérica.
Canal 13, TN, Artear, Volver, Multicanal, Cablevisión, Radio Mitre, La 100, La Razón, Olé, TyC Sports, Fibertel y varios medios provinciales son parte del Grupo Clarín. Herrera de Noble, junto con Amalia Lacroze de Fortabat, fue una de las empresarias con mayor fortuna de la Argentina.
Había nacido el 7 de junio de 1925 y cincuenta años después, en 1977, adoptó a sus dos hijos, Marcela y Felipe. Ante la sospecha de los trámites de adopción y del origen de los niños, hubo una investigación por la identidad de ambos. La hipótesis fue que eran hijos de desaparecidos durante la dictadura cívico-militar.
La denuncia fue hecha en 2001 y luego de varias trabas puestas por su defensa Herrera de Noble fue detenida al año siguiente. Días después se ordenó su excarcelación. La investigación fue reflotada en 2010. La jueza Sandra Arroyo Salgado ordenó que Marcela y Felipe entregaran muestras de ADN para cotejarlos con la información del Banco de Datos Genéticos y en 2016 la empresaria fue sobreseída.
Su vida privada siempre se rigió por el sigilo. Tuvo breves apariciones en medios y sus apariciones públicas fueron en fiestas selectas. Su fallecimiento fue confirmado por el principal medio de su propiedad, aunque las causas aún no fueron precisadas.
Símbolo de poder
Bajo la conducción de Ernestina Herrera de Noble, el diario Clarín dejó de ser apenas un medio de prensa para convertirse en un conglomerado multimedial -entre los más importantes del mundo- y desde ese lugar actuó de manera permanente como un grupo presión que usó los más diferentes arbitrios para acrecentar su poder económico y aprovechar su capacidad de lobby con la finalidad de condicionar personas, organizaciones políticas, al poder judicial y hasta gobiernos.
En este recorrido Clarín también generó maniobras de todo tipo para eliminar o ahogar a la competencia en el mundo de la comunicación. Sin duda el caso más emblemático y aún pendiente de justicia es la apropiación que Clarín hizo de Papel Prensa en alianza con la dictadura cívico-militar, siendo esta una causa aún pendiente de resolución judicial y en la que, en las circunstancias actuales, será difícil arribar a la verdad de los hechos.
Todo esto lo hizo Clarín con Herrera de Noble a la cabeza, sin abandonar nunca la fachada discursiva de la "la libertad de expresión" y el "respeto a la democracia y a las instituciones".
La muerte de la directora encuentra al Grupo Clarín en una posición muy consolidada y profundizando la línea que ella y su equipo más cercano supieron construir y afianzar. Con el fallecimiento de Herrera de Noble desaparece un símbolo del poder en la Argentina, sin que ello afecte de manera significativa el accionar del Grupo que opera como un actor poderoso con independencia y más allá de las figuras que lo representen.
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