30 ene 2013

Albert Rhys Williams


Sindicalista, periodista y predicador norteamericano, fue testigo y participante en la Revolución Rusa de octubre de 1917 y amigo de John Reed y de V. I. Lenin.

Mientras estudiaba en la Universidad de Marietta en Marietta, Ohio, 1900-1904, editó el periódico de la universidad y ayudó a organizar un sindicato de empleados de venta al por menor. En el Seminario Teológico de Hartford, 1904-1907, editó una columna laboral para el Evening Post de Hartford. Después de graduarse con una licencia para predicar, en el verano de 1907, Williams trabajó en el albergue de la Iglesia Presbiteriana de la Calles Spring de Nueva York. En esa epoca conoció y trabajó con Norman Thomas, entonces un seminarista presbiteriano, pero más tarde candidato presidencial por parte del Partido Socialista. En 1907-1909, mientras estudiaba becado en la Universidad de Cambridge y la Universidad de Marburgo, conoció a miembros del Partido Laborista británico y otros socialistas. De vuelta en Estados Unidos, trabajó para la campaña presidencial del socialista Eugene Debs en 1908.

Entre 1908 y 1914, Williams trabajó como ministro en la Iglesia Congregacional de Maverick en el este de Boston. Desde el pulpito instó a sus filigreses a luchar para mejorar el mundo y recaudó fondos para apoyar la huelga textil de 1912 en Lawrence, Massachusetts. En 1914, en vísperas de la Guerra Mundial, solicitó permiso para ausentarse de su puesto y viajó a Europa donde trabajó de corresponsal para la revista Outlook.

En 1917, empleado por el New York Post, viajó a Petrogrado para informar sobre la revolución entonces en curso. Durante el verano de ese año, se dedicó a viajar por Rusia reuniendo opiniones y estudiando la actitudes y actividades de los diversos sectores del pueblo ruso. En el otoño, retornó a Petrogrado y se unió a sus compatriotas, y también periodistas, John Reed y Louise Bryant. Juntos presenciaron la Revolución de Octubre. Williams dió cuenta de esos dias en su libro A traves de la Revolucion Rusa (Through the Russian Revolution, 1921). En Petrogrado conoció y estableció amistad con V. I. Lenin, a quien consideró "el hombre más bien civilizado y humano que jamás he conocido".

Tanto él, como Reed y Bryant, se convirtieron en convictos partidarios de la causa comunista, aunque a diferencia de Reed, Williams nunca tuvo afiliación partidaria. En Rusia, trabajaron para León Trotsky, redactando propaganda para distribución a las tropas alemanas. El trabajo de Williams consistía en editar el periódico ilustrado, Die Revolution Russiche en Bildern (La Revolución Rusa en imágenes). Cuando el ejército alemán se acercó a Petrogrado, Williams se ofreció para alistarse en el Ejército Rojo pero Lenin le encargó la organización de una Legión Internacional.

En 1918, rumbo a los Estados Unidos, Williams cruzó Rusia por trén, llegando Vladivostok a tiempo de presenciar el desembarco de tropas contrarevolucionarias, incluyendo un contingente estadounidense. Arrestado en varias ocasiones por la fuerzas Blancas, apenas logró escapar con vida gracias a dinero prestado por obreros comunistas que le permitió contratar pasaje en una embarcación china. De vuelta en los EEUU se dedicó a escribir y dictar charlas acerca de la Revolución Rusa y en abogar por apoyo al régimen soviético.

Williams volvió a vivir en la URSS entre 1922 y 1928. Luego de visitarla nuevamente en 1930-1931 y en 1937-1938 se confesó "confundido" por las acciones y actitudes de Stalin, quien estaba depurando el Partido Comunista e impulsando la colectivización forzada del agro. Sin embargo, Williams prefirió continuar su apoyo a lo que él consideraba el único país con una política exterior consecuente y, por no asuzar la reinante histeria anti-comunista, nunca habló publicamente de sus inquietudes.

En 1957, invitados por el gobierno soviético, Williams y su esposa, Lucita Squier, viajaron por última vez a la URSS y permanecieron varios meses mientras Albert recibía tratamiento contra la leusemia que padecía.

Teológicamente, Albert -hijo de un ministro de la Iglesia Congregacional - acabó sus días perteneciendo a la Iglesia Unitaria, en la cual su hijo Rhys fue un ministro.

Al final de su vida, Albert Rhys Williams escribió que "Si he permanecido fiel a la Revolución y aún espero el triunfo definitivo del socialismo en el mundo es por que, al igual que Lenin, creo en la bondad esencial del hombre."

ESCRITOS

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