24 ene 2013

1905: La huelga en la fábrica Putilov y domingo sangriento


El 15 de enero de 1905 (3 de enero según el calendario juliano de la época) 12.600 trabajadores de la planta metalúrgica Putilov acordaban ir a la huelga ante el despido de cuatro obreros. El paro era total. Hartos de tanta injusticia, no sólo reclamaban la readmisión de los compañeros despedidos. Exigían una jornada de 8 horas, atención médica, supresión de horas extraordinarias, fijación de salarios mínimos etcétera. Esta huelga supuso el desencadenante de la Revolución de 1905. 

La huelga fue convocada por la "Asamblea de trabajadores fabriles" de Petrogrado y dirigida por un sacerdote ortodoxo, el padre Gapón. La paciencia para aguantar las condiciones humillantes de aquellos trabajadores se acabó con el despido injustificado de los cuatro compañeros mencionados. 

Dos días después fueron repartidos miles de panfletos, animando a la huelga en otras fábricas y empresas. Ante la negativa de la empresa para negociar con los trabajadores, el día 20 Petrogrado se encuentra totalmente parado debido al éxito de la huelga general. 

Aquella huelga general había sido un éxito. Sólo faltaba culminar con la manifestación pacífica hasta el Palacio de Invierno para entregar las demandas al Zar. Allí, el ejército zarista disparó contra los manifestantes desarmados en el crimen que pasó a la historia como "Domingo Sangriento". 

Lo que había comenzado como una protesta obrera ante el despido de cuatro trabajadores, acabó siendo todo un estallido de desobediencia revolucionaria. La multitud de obreros asesinados en el domingo sangriento era una vuelta más de tuerca a la humillación e injusticia que padecía la clase trabajadora en época zarista, pero también era la gota que colmaba el vaso. 

A partir de aquellos sucesos, la rebeldía recorrió la geografía del imperio ruso. Se desataría toda una serie de insurrecciones campesinas durante más de tres años y toda una serie de huelgas en las fábricas. Violentos enfrentamientos entre obreros y militares se sucedían en Riga, Varsovia, Moscú etc. También se sumaron a las protestas los intelectuales, militares y minorías nacionales. Era el inicio de la Revolución de 1905. 

Aquellos obreros del metal de la fábrica Putilov, mientras se reunían para debatir las demandas o las acciones a tomar, estaban sirviendo de ejemplo a la clase obrera de toda Rusia. Las enseñanzas de la Revolución de 1905 fueron cruciales para la organización de la Revolución de 1917. 

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