En esta ciudad, como en casi toda Bolivia, las elecciones transcurrieron en tranquilidad. En las calles, vacías de vehículos, las familias vestidas de domingo caminaron desde la mañana hasta las escuelas donde se votaba. De ahí, buscaron entre los pocos lugares abiertos para comer y disfrutaron de la tarde de sol, una rareza para esta época de lluvias en La Paz. Al anochecer, miles de militantes del Movimiento Al Socialismo (MAS) se reunieron ante los escenarios preparados en las ciudades de Santa Cruz, Cochabamba y aquí, sede del órgano ejecutivo. Según los primeros resultados, el presidente Evo Morales fue reelegido para un tercer mandato con el 61 por ciento de los votos. Segundo quedó Samuel Doria Medina, de Unidad Demócrata, con el 24 por ciento.
Anoche, ante la repleta plaza Murillo, Morales dijo las palabras del caso. “A nombre de quienes luchamos por la liberación de toda Bolivia agradecemos por este nuevo triunfo del pueblo boliviano. Hay un profundo sentimiento no sólo en Bolivia, sino en toda América latina y el Caribe; un sentimiento de liberación de nuestros pueblos, para no seguir sometidos al imperio norteamericano o al sistema capitalista. Este triunfo es de los anticolonialistas, de los antiimperialistas, del pueblo boliviano”, dijo Morales con una sonrisa que no le cabía en el rostro. “Aquí estaban en debate dos programas: la nacionalización frente a privatización. Y nuevamente, con más del 60 por ciento de los votos, gana la nacionalización”, exclamó el presidente ante la multitud.
“Olé, olé, olé... Evo... Evo”, coreaba en la plaza un grupo de turistas argentinos que justo pasaba por la ciudad.
Como en todas las elecciones, hubo incidentes mínimos, como el extravío de papeletas o el sortilegio de que alguien ya había votado antes de que se presentara en la mesa correspondiente. Además de un error presente en las más de seis millones de papeletas de votación: decía “Estado Plurinominal”, en lugar del “Estado Plurinacional”, que es Bolivia, según la Constitución.
En tercer lugar quedó Jorge “Tuto” Quiroga, del Partido Democrática Cristiano (PDC), con el 9 por ciento de los votos; le siguen Fernando Vargas, del Partido Verde de Bolivia, y Juan del Granado, del Movimiento Sin Miedo (MSM), ambos con el 3 por ciento.
Ayer por la tarde, el paseo de El Prado fue tomado por niñas, niños, perros de departamento, ciclistas y skaters. Superado el (generalmente) breve trámite del voto, las familias volvieron a entrar a sus casas solamente cuando las obligó el frío del atardecer. Entonces esperaron el resultado pero sin tensiones, porque de antemano se sabía quién seguirá gobernando Bolivia hasta 2020, o quizás más tiempo si el MAS avanza en su plan de remodelar la Constitución de 2010. De confirmarse estos resultados, el MAS continuaría dominando la Asamblea Legislativa Plurinacional en sus dos tercios. Así podría aprobar las leyes que (Morales) quisiera, sin depender de alianzas con otras fuerzas políticas, que en el próximo Parlamento serán ínfimas.
Entre la población dominguera y los turistas que satisfechos tomaban fotos, en las veredas de El Prado se habían asentado decenas de puestos de choripán, helados, humintas, refrescos, películas truchas, anticuchos. Quienes atendían representaban a la gran parte de bolivianos y bolivianas que viven de lo que ganan cada día, integrantes del enorme mercado laboral informal.
“Voté por el Evo porque vemos que las cosas están bien. La gente anda con plata y nos compra”, dijo Clara Mamani, que tiene un puesto de venta de gelatinas de pata y flanes de leche, frente al Obelisco.
“Iba a votar al Movimiento Sin Miedo, pero al final me decidí por el Doria, porque va a sacar más votos y va a tener más lugar en el Parlamento”, comentó Diego Gutiérrez, quien salía de votar del Instituto Americano, en el barrio paceño de Sopocachi.
La Paz fue el departamento con mayor cantidad y porcentaje de votos para el MAS. El 70 por ciento de sus 1.600.000 electores cimentaron el triunfo de ayer. Segundo quedó UD, con el 14 por ciento. En Chuquisaca, Morales obtuvo el 62 por ciento de los votos. Allí quedó segundo Tuto Quiroga, con el 18 por ciento. En Cochabamba, el MAS consiguió el 66 por ciento. Le siguió el partido de Doria Medina, con el 20 por ciento. En Oruro, el oficialismo sacó el 65 por ciento. Le siguió UD, con el 14 por ciento.
En Potosí, el 66 por ciento votó por Morales. Por Dorio Medina lo hizo el 21 por ciento. En Tarija, el MAS cosechó el 52 por ciento de los votos. Le siguió UD con el 26 por ciento.
En Santa Cruz, sufragaron por Morales el 49 por ciento de las y los votantes. Allí Doria Medina consiguió el 38 por ciento, sobre un total de 1.500.000 electores. Este departamento junto a La Paz concentran el 53 por ciento del padrón. En la amazónica Pando, Morales consiguió el 53 por ciento. UD, el 39 por ciento. Beni es el único departamento donde no ganó el MAS. Aquí se impuso Doria Medina, con el 49 por ciento de los votos. Morales quedó con el 43 por ciento.
Estos resultados fueron tomados a boca de urna por la consultora Mori. Efectuar esta tarea costó la detención a cuatro de sus trabajadores en la ciudad beniana de Riberalta, porque habrían hecho la consulta a menos de 100 metros del centro de votación.
De acuerdo con estas cifras, el Senado quedaría conformado con 25 legisladores del MAS, sobre un total de 36 escaños. Para UD serían 9 asientos. Y los dos últimos para el PDC. En la Cámara de Diputados, 111 escaños serían para el MAS. A UD le corresponderían 41 espacios, 12, al PDC, y un asiento para el Partido Verde y otro para el MSM.
Luego de hablar en La Paz, Morales se tomó el avión hasta la ciudad de Santa Cruz, la más habitada de Bolivia, para festejar con sus militantes en el Cambódromo. Así empezó la fiesta en distintas partes del país, la fiesta que estaba prohibida desde el viernes pasado por el Auto de Buen Gobierno.
Seducción de la llamada Media Luna
Según los expertos consultados por Página/12, el gobernante MAS supo ocupar el centro político y derrotó a los movimientos autonomistas del Oriente. A esto se sumó la puesta en marcha de un exitoso modelo económico.
Desde su llegada al poder en 2006, el presidente Evo Morales viene consolidando un liderazgo reconocido incluso por sus adversarios. El mandatario boliviano revirtió en los últimos años una relación conflictiva con la región más rica del país, la llamada Media Luna –compuesta por los departamentos de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando–, epicentro de los intentos desestabilizadores contra su gobierno. “Desde el inicio de su campaña, Evo se propuso ‘enamorar a Santa Cruz’, la plaza electoral más importante de Bolivia y la locomotora económica. Para ello, el MAS –el oficialista Movimiento al Socialismo– ha logrado acuerdos de largo alcance con el sector empresarial de Santa Cruz, que recibirá del gobierno créditos y protección legal para desarrollar sus actividades. Esto ha implicado el fin de la polarización porque el MAS ha ocupado el centro del campo político”, señaló a Página/12 Jorge Komadina Rimassa, analista político y sociólogo de la Universidad Mayor de San Simón.
En 2008, las aspiraciones autonomistas de la región oriental desembocaron en una crisis política, que incluyó un intento de golpe de Estado para derrocar a Morales, quien había sido ratificado en su cargo en el referendo del 10 de agosto de ese año con el 67,43 por ciento de los votos. Para terminar con los enfrentamientos, el presidente prometió entonces un mayor margen de maniobra a los gobiernos regionales.
“Los movimientos autonomistas han sido derrotados políticamente por el gobierno y la propia demanda de emancipación ha sido procesada por medio de la Ley de Autonomías y Descentralización, que establece los procedimientos para que las regiones logren formar sus gobiernos autónomos. Basado en la Constitución, que reconoce el régimen autonómico, el gobierno ha dado una respuesta relativa a la demanda, que está aún en proceso y debe sortear muchos escollos burocráticos. Este hecho ha desarticulado a los movimientos autonomistas de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, que estaban dirigidos por los sectores más conservadores de la burguesía agroindustrial”, explicó el especialista.
En este punto coincidió Hugo Moldiz, director del semanario La Epoca e intelectual cercano al gobierno de Morales, que marcó el fin de la crisis de 2008 como el momento en que el liderazgo del mandatario comenzaba a expandirse por todo el país. “Este momento de expansión hegemónica lo hace a partir no sólo de la derrota de la derecha en todos los niveles, sino de la imposibilidad de la oposición de presentar algo alternativo a lo que se ha logrado desde 2006. El exitoso modelo económico boliviano, que ha colocado al país en el primer lugar de la región en 2014, y que es la combinación de generación de excedentes y la redistribución a través de distintos mecanismos a favor de la mayor parte de la población, ha logrado seducir a los sectores sociales hasta hace poco reticentes al proceso de cambio. Bolivia tiene un nivel de inversiones, exportaciones, PBI, reservas internacionales y redistribución de la riqueza que nunca se dio en su historia”, aseguró a este diario.
“La derecha abandonó sus posiciones, la toma de instituciones y el corte de las rutas. Y el gobierno tomó las suyas, restableció el orden y los dirigentes más radicales de la derecha fueron huyendo del país ante los procesos judiciales que se les abrió”, subrayó Moldiz.
Por su parte, Komadina Rima-ssa afirmó que desde entonces Morales no tiene una oposición unida capaz de competir con el MAS, lo que explica el éxito electoral del oficialismo. “Es difícil hablar de la oposición en singular, prefiero hablar de oposiciones. De hecho, las oposiciones conforman un archipiélago de fuerzas y sensibilidades políticas desconectadas entre sí. No conforman un campo unificado en torno de un líder y un programa, como es el caso del MAS. Su carencia más importante es la ausencia de un programa alternativo. Las oposiciones se han limitado a glosar el discurso de Morales. Estas fuerzas no han logrado unirse por las disputas entre los diferentes líderes”, dijo.
Sin embargo, la popularidad del presidente radica esencialmente en la inversión pública realizada en sus dos gobiernos y en su trayectoria personal y política, un elemento que genera empatía con la sociedad boliviana. “Los recursos públicos han sido destinados principalmente a financiar una política social rentista, políticamente exitosa, que incluye bonos y subvenciones que benefician a los sectores más vulnerables de la población (mujeres, ancianos y niños), pero también han sido destinados a la construcción de escuelas, hospitales y caminos en todo el territorio nacional”, apuntó Komadina Rimassa.
“Morales es un líder cuyo carisma no ha sido erosionado por los conflictos sociales que se produjeron en su gobierno. Los bolivianos, sobre todo los de origen campesino, que son la mayoría de la población, se sienten identificados con él. Morales tiene la imagen de un hombre fuerte, providencial”, agregó el sociólogo boliviano.
La profundización del modelo económico y la extensión de la protección social, que neutralizaron cualquier descontento ciudadano de magnitud en los últimos años, son las claves para otro tercer mandato exitoso del MAS. “En el plano económico, el reto es mantener el ritmo de crecimiento económico de los años precedentes. Una de las promesas electorales ha sido el desarrollo industrial y la vertebración caminera del país. En el terreno social, el reto es profundizar la redistribución de la riqueza y consolidar un Estado que provea servicios de calidad a la población. Asimismo, es necesaria una profunda reforma del sistema de justicia, articulada a una estrategia de seguridad ciudadana y lucha contra el narcotráfico. Las instituciones públicas bolivianas –evaluó Komadina Rimassa– son frágiles y deben ser fortalecidas.”
“Es un gran ejemplo para la región”
El triunfo electoral de Evo Morales en Bolivia despertó anoche muestras de satisfacción en el oficialismo. “Los pueblos originarios, gobernando con democracia plena, han logrado transformar el país”, destacó el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, precandidato presidencial del Frente para la Victoria. Por su parte, el ex canciller Jorge Taiana –también precandidato a la presidencia desde el kirchnerismo– señaló que la segunda reelección conseguida por el presidente de Bolivia es “un triunfo que recompensa una militancia comprometida y honesta” y que, a su vez, significa “un gran ejemplo para la región”. En el gobierno nacional estaban a la espera del anuncio oficial de los cómputos definitivos, que se esperaban para la medianoche.
- Sergio Urribarri (gobernador de Entre Ríos): “Bolivia es un gran ejemplo para todos. Los pueblos originarios, gobernando con democracia plena, han logrado transformar el país. El compañero Evo Morales ha hecho de Bolivia una nación muchísimo más justa, recuperando muchos derechos para el pueblo. Y es un proceso revolucionario realizado con profundas convicciones y en paz. Bolivia, un país único y admirable de nuestra América latina. Soy un convencido de que las transformaciones de nuestros países de la Patria Grande no tienen marcha atrás. Aunque los grupos económicos intentarán siempre desestabilizarnos, meternos palos en la rueda, pero nuestro destino histórico es irreversible. Integrarnos, ser fuertes, defender los intereses de las mayorías populares para avanzar en bloque hacia un mundo más equilibrado y justo”.
- Jorge Taiana (legislador porteño del FpV): “El gran triunfo de Evo reafirma la voluntad de transformación del pueblo boliviano y la definitiva inclusión política de los pueblos indígenas en la vida política y social del hermano país. Es un triunfo de Evo y del MAS que recompensa una militancia comprometida y honesta, que ha recuperado el rol del Estado para organizar la producción y distribuir la renta social. Este triunfo es un gran ejemplo para la región”.
- Nuevo Encuentro (declaración de la mesa nacional del partido liderado por Martín Sabbatella): “La victoria del compañero Evo es la expresión de un pueblo que elige seguir siendo soberano, que fortalece el rumbo de transformación que ha puesto a Bolivia de pie, reivindicando sus tradiciones, sus culturas y orígenes, y que se hace uno con el pueblo de la Patria Grande, esa que soñaron nuestros próceres y que hoy se hace realidad de la mano de líderes como Evo Morales y Cristina Fernández de Kirchner. Nos sentimos felices y orgullosos de que Bolivia siga en esta senda maravillosa que nosotros asumimos como propia”.
- Milagro Sala, dirigente de la agrupación Túpac Amaru y diputada provincial: “Por primera vez en muchísimos años, un presidente en Bolivia trabaja para resolver las necesidades insatisfechas del pueblo y hoy está a un paso de eliminar la pobreza extrema en el país. Evo supo encolumnar a Bolivia en una posición de privilegio en la corriente popular, nacional y latinoamericana. Además logró consolidar el Estado Plurinacional, donde todos los hermanos de los pueblos originarios tienen hoy los mismos derechos que el resto de los habitantes”.
El voto en Argentina
Los ciudadanos bolivianos residentes en Argentina votaron en los colegios electorales instalados en Mendoza, Jujuy, Salta, Córdoba, Capital Federal y el Gran Buenos Aires. Poco después de las 8, algunos de los miles de bolivianos residentes y empadronados para participar de las elecciones presidenciales de Bolivia comenzaron a acercarse a los colegios electorales. El grueso de los inmigrantes andinos se ubica en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, distritos que concentran más de 95.000 ciudadanos bolivianos. Los residentes en Capital pudieron votar en los barrios de Once, Recoleta, Liniers, Parque Avellaneda, Flores, Nueva Pompeya, Villa Lugano y Villa Soldati, en tanto en la provincia de Buenos Aires se ubicaron mesas en La Matanza, Lomas de Zamora, Esteban Echeverría, Quilmes, La Plata, Escobar y Pilar. Por lo demás, más de 25.000 bolivianos residentes en el país pudieron ir a las urnas en Mendoza, Jujuy, Salta y Córdoba, entre otras provincias, para apoyar la nueva reelección de Evo Morales. El cónsul boliviano Ramiro Tapia Sáenz sostuvo que los electores se acercaban desde temprano a los puntos de votación porque “el boliviano siempre madruga en sus actividades” y precisó que la Argentina es el país que alberga a más bolivianos. Tapia Sáenz celebró que la Argentina haya cedido sus escuelas para la votación y remarcó que “un amplio porcentaje de los inscriptos va a votar porque los bolivianos creemos en la democracia”.
Restablecer relaciones con EEUU
El gobierno boliviano estaría dispuesto a restablecer relaciones con Estados Unidos si la potencia se compromete a respetar la soberanía de Bolivia sin entrometerse en asuntos internos. Así lo afirmó el vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Linera, en un encuentro con periodistas tras votar en los comicios a los que concurrió como compañero de fórmula de Morales. Bolivia y Estados Unidos no tienen relación diplomática desde 2008, cuando La Paz expulsó al embajador estadounidense, Philip Goldberg, por supuestas injerencias en la política nacional. El Ejecutivo estadounidense respondió echando al embajador boliviano en Washington. García Linera adujo ayer que esa expulsión se debió a que Goldberg se entrometió en la vida política del país andino. “Cuando cualquier gobierno, no importa el que sea, se entromete en asuntos internos, ponemos el freno y tomamos las medidas que corresponde”, dijo el vicepresidente boliviano. “El momento en que tengamos la certidumbre de que Estados Unidos no se entromete en nuestros asuntos internos, la mano está extendida con respeto, con sencillez, pero siempre con firmeza en la defensa de nuestra soberanía”, agregó. También aseguró que cuando llegó al gobierno junto a Evo Morales, tuvieron y buscaron buenas relaciones con Estados Unidos. “Somos un país muy respetuoso del gobierno norteamericano. Es más, admiramos su ciencia, admiramos su tecnología, nos impresionan sus grandes logros tecnológicos, pero siempre hemos pedido que cualquier relación con los gobiernos sea en el marco del respeto y la soberanía”, manifestó el político. Su gobierno también expulsó en 2008 a la agencia antidrogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés) y en mayo del año pasado echó a la Usaid, la agencia de cooperación internacional del país norteamericano.
La promesa, Bolivia potencia
El gobierno se propone industrializar los recursos hidrocarburíferos y minerales que actualmente se exportan sin mayor proceso y construir un reactor nuclear. Las perspectivas de que su programa se concrete.
“Cuando lleguen los 200 años de la patria, allá en 2025, habremos convertido en realidad viva los sueños supremos que hoy tenemos. Entonces podremos mirar orgullosos el rostro pintado de nuestros antepasados, pues les mostraremos una patria convertida en potencia continental”, dijo el vicepresidente Alvaro García Linera en la ciudad de Sucre en agosto pasado. Una Bolivia “potencia” aparece una y otra vez en los discursos del presidente Evo Morales y sus funcionarios. Lo muestran como un futuro palpable, que además obsesiona a los máximos mandatarios.
“El primer mandato del presidente Evo (2006-2010) sirvió para nacionalizar los recursos naturales y hacer la Asamblea Constituyente. En este segundo gobierno, logramos que Bolivia tenga una economía sólida. En el tercer mandato, vamos a llegar a tener una Bolivia potencia”, dijo el vicepresidente en un programa mañanero de la Red Unitel.
Para hacerlo posible, el gobierno nacional se propone industrializar los recursos hidrocarburíferos y minerales que actualmente se exportan sin mayor proceso.
“Estamos pasando de una economía basada en las materias primas a una industrial”, dijo el presidente Morales al diario El País, de España. Para el vicepresidente, el techo de Bolivia está en lograr el viejo anhelo de una patria sudamericana.
“Nuestro sueño es un Estado continental plurinacional, pero que en cada país se respete su régimen de gobierno, su sistema cultural. Que en un segundo piso tengamos instituciones financieras, judiciales y económicas comunes como continente. El destino del mundo es el de los estados continente”, vaticinó.
Para alcanzar esta aspiración, América latina debería resolver dos conflictos que arrastra desde hace siglos: la falta de una salida al mar soberana para Bolivia y la ocupación inglesa de las islas Malvinas.
“Resueltos esos dos temas, el continente está destinado a grandes logros y progresos. También a reorientar los procesos de mundialización que hoy nos sobrepasan”, consideró García Linera.
Pablo Villegas es investigador del Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib). Vive, más que nada, de analizar datos económicos, comerciales y de desarrollo emitidos por los ministerios del gobierno de Morales. Su visión no es tan optimista.
“No hay perspectiva de industrialización de los minerales. La nueva ley de Minería (aprobada en mayo pasado) no obliga a industrializar los minerales, que en gran parte salen de Bolivia en concentrado”, indicó.
Entre sus compromisos de campaña, el presidente Morales adelantó que en su tercer mandato ordenará la construcción de un reactor nuclear, el primero de Bolivia.
Según la Ley 1008, en Bolivia es legal el cultivo de 12 mil hectáreas de coca para el consumo tradicional. El gobierno reconoce que actualmente hay 23 mil hectáreas. Y aseguró que este número baja permanentemente por las tareas de eliminación de cultivos ilegales. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el PBI de Bolivia crecerá este año en un 5,2 por ciento, el más alto de América latina.
Para el analista Hugo Moldiz, “Morales está demostrando que el Estado en manos de una dirección revolucionaria es un instrumento que, conducido con honestidad, es capaz de administrar eficientemente los bienes comunes para la búsqueda del bien común”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario