No se conoce en la historia contemporánea otro ciudadano de este mundo que hayan
intentado asesinarlo tantas veces, más de 600 atentados, y que especuladores
malignos refieran incontables comentarios infundados sobre su vida privada, sus
actuaciones o su estado de salud.
Tanto los organizadores de las acciones para acabar con su vida como los
intrigantes verbales han salido siempre mal parados o han hecho grandes
papelones porque les cuesta trabajo comprender que Fidel es Fidel, el mismo
guerrillero que lideró la Revolución cubana, y que desde el inicio de sus luchas
libertarias fue imprevisible e impredecible para sus adversarios.
Demostrado experto en emboscadas, que siempre ha aplicado también en las
batallas de las ideas contra sus contrincantes, Fidel determina con precisión el
momento y lugar exactos en el que debe salir y estar.
El Verdadero Amigo, como le denominan millones de personas en el mundo, mantiene
esa máxima que pocos pueden descifrar, y mucho menos los mediocres que se han
dedicado desde hace más de 60 años a denigrar de su persona.
Ahora se preguntan por qué Fidel no ha escrito o no ha salido a la luz pública,
tras el reciente regreso a Cuba de los Cinco antiterroristas cubanos presos del
Imperio, y al anuncio del presidente Raúl Castro de un acuerdo para restablecer
las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, dos acontecimientos que tomaron
por sorpresa a casi todos los habitantes del planeta tierra y han enloquecido a
los enemigos de la Revolución de la mayor de las Antillas.
La respuesta a esa interrogante, que los especuladores perversos pretenden
contestar con repetidas mentiras y sin conocimiento de causa alguno, tiene una
simple respuesta: No se desesperen que cuando menos se lo imaginen el compañero
Fidel los tomará nuevamente por sorpresa.
En principio, como escribió en un artículo el colega Percy Francisco Alvarado
Godoy, el líder histórico de la nación caribeña está bien, lúcido, trabajando
intensamente y disfrutando del regocijo de ver a los Héroes antiterroristas
cubanos, Gerardo Hernández, Ramón Labaniño, Antonio Guerrero, Fernando González
y René González, todos juntos en su Patria.
No le quepa la menor duda a nadie que de seguro está muy feliz por el regreso a
la Isla de cinco de sus hijos dignos, y por haber cumplido junto a Raúl la
promesa de que Volverían. Del resto, será él quien nos diga cuando solo él lo
decida porque Fidel es Fidel, acaben de entenderlo.
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