De los peligros que se corrieron y de los principios que se defendieron durante la llamada crisis de octubre, o la mal intencionada crisis de los misiles, o la crisis del Caribe, abordó el espacio televisivo Mesa Redonda de este martes 25 de octubre, en recordación a los 55 años de aquel momento en el que Cuba fue centro y protagonista de un momento de mucho peligro, como lo catalogara el mismo Fidel Castro en 1992, durante una conferencia de prensa tripartita por el aniversario XXX del suceso.
El doctor Rubén G. Jiménez Gómez, Teniente Coronel retirado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, es autor de la compilación En octubre de 1962 publicada por partes en el periódico Granma al cumplirse el 50 aniversario de aquellos acontecimientos. Recuerda que cuando se da la alarma de combate en La Habana estaba viendo la película Armas de mujer en el cine La Rampa.
Cuenta que justo en la parte más esperada de la película apagan la pantalla del cine y por audio dicen: ¡Atención! El Comandante en Jefe de la Revolución Cubana ha decreto la alarma de combate, los militares dirigirse a sus unidades, los milicianos dirigirse a las casas de los batallones. Cuba resistirá a pie firme cualquier agresión. ¡Patria o Muerte! ¡Venceremos!
Tenía 18 años y estudiaba en primer año de la ingeniería mecánica. Aquella tarde del 22 de octubre salió rumbo a la casa del batallón universitario a un costado de la Universidad de La Habana donde recibieron el armamento. Ya había hablado Kennedy. Los jóvenes universitarios cubanos estaban eufóricos relata, porque los cabezones habían llegado a Cuba, lo que significaba que si los yanquis se tiraban los cubanos tendrían con que responderles. Los cabezones, en el argot popular eran los cohetes que disponían de cabezas nucleares. Su batallón marcha para la meseta de El Esperón donde estaba previsto emplazar un regimiento de cohetes R-14, los de más largo alcance.
Por su parte el doctor en ciencias históricas Tomás Diez Acosta, Teniente Coronel retirado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, es autor de varios libros, entre ellos: Peligros y principios, La guerra encubierta contra Cuba, Reflexiones cubanas sobre la crisis de los misiles, A un paso del holocausto, La confrontación Cuba-Estados Unidos, Los últimos meses de JFK y la Revolución Cubana.
Afirmó que para los cubanos la Crisis estalla el 22 de octubre, cuando la dirección político militar del país decide anunciar la alarma de combate. Desde el 21 de octubre se conoció el reforzamiento de la Base Naval de Guantánamo y de la retirada de los familiares de los trabajadores de la Base. Los Servicios de Información Militar estaban en alerta.
Recuerda que desde el 22 de octubre en la mañana se vio movimiento de periodistas en la Casa Blanca, de ambos partidos, de legisladores, y se anuncia que a las 7:00 p.m. de ese día hablaría Kennedy a toda la nación. Explica que al conocerse esos detalles se ordena poner al país en alerta de combate desde las 3:30 p.m. y cerca de las 5:35 p.m. el Comandante en jefe pone al país en alarma de combate y comienza toda la movilización de acuerdo a las características de cada unidad militar.
El investigador Tomás Diez Acosta señala que la Crisis comienza para los Estados Unidos desde que el 14 de octubre se produce el vuelo del avión de reconocimiento U2 por la región occidental del país donde había instalados dos regimientos de cohetes R-12. Se revelan las fotos y el 16 de octubre se le enseñan a Kennedy. A partir de ahí comienzan los conocidos 13 días hasta el 28 de octubre. Para los cubanos la crisis comenzó el 22 de octubre y terminó el 22 de noviembre.
El también ensayista comentó que todas las decisiones cubanas eran colegiadas entre Fidel Castro, Raúl Castro, Osvaldo Dorticós, Aragonés, el Che y Blas Roca. Carlos Rafael Rodríguez participa en estas conversaciones en ocasiones cuando Blas Roca está en Europa por la importancia de tener a un dirigente de alto nivel en ese continente.
Señaló que en Cuba pocos conocían de cohetes, ni siquiera de cohetes antiaéreos por eso los batallones soviéticos tenían presencia en Cuba. La noticia fue cuando supieron que los cohetes soviéticos que llegaron el 9 de septiembre tenían 24 metros de largo y tenían que transitar por la carretera central de Cuba y aunque se apagaran los pueblos, era difícil que no se conociera el paso de semejante armamento, sin embargo fue un secreto del pueblo cubano guardado durante meses.
Comenta que cuando Raúl Castro va a precisar el acuerdo militar en julio Fidel le plantea que la única pregunta que él quería hacerle a Nikita Jruschov era ¿Qué pasaría si los cohetes eran descubiertos antes de que se pudieran desplegar? La respuesta del líder ruso fue que ellos mandarían a la Flota del Báltico.
Advirtió que fueron 41 mil 900 efectivos los que vinieron de todo tipo de armamentos lo que aumentó excesivamente la cantidad de buques que venían de la Unión Soviética a Cuba por eso mandan a Aragonés y al Che a advertir a Jruschov.
“Malanga sí, Chicle no”, el mundo estaba en pánico y Cuba cantaba la preparación del país para la defensa. Rubén G. Jiménez Gómez explicó que los cohetes que debían llegar a Cuba eran los R-12 y los R-14, que eran los cohetes de alcance medio e intermedio con capacidad para llegar a territorio de los Estados Unidos. Los R-12 fueron los que llegaron a Cuba y tenían un alcance de 2100 kilómetros un semicírculo que abarca Chicago, Washington, Texas y toda la parte sudeste de los Estados Unidos.
Sobre los R-12 añadió que llegaron 36 de ellos al país. Tenían 22 metros de largo y 1,65 metros de diámetro. Llevaban 37 toneladas de combustible líquido y su peso total era de 41 toneladas. Para moverlo no llevaban ni combustible, ni carga nuclear. Las cabezas nucleares tenían que estar en un lugar climatizado porque las elevadas temperaturas y la humedad relativa las deterioraba. En Cuba nunca se llegaron a acoplar las cabezas nucleares en los cohetes. La potencia de estos cohetes era de un megatón, que son mil kilotones. La bomba de Hiroshima tenía 13 kilotones por lo que un cohete R-12 tenía una potencia siete veces mayor que las usadas en Japón.
Agregó que además de los cohetes venía una serie de armamentos de cobertura, entre ellos bombarderos ligeros para los que vinieron seis bombas nucleares para avión, 80 cohetes alados tácticos FKR con alcance de 150 kilómetros cada uno con su carga convencional, cuatro regimientos de infantería motorizada, una brigada de lanchas coheteras con dos tubos de lanzamiento en las cuales se ponían dos cohetes P-15 para la guerra marina y cohetes tierra-mar de 80 kilómetros de alcance.
Expuso que dos emplazamientos de cohetes R-12 se pusieron en áreas de Pinar del Río, los cuales fueron fotografiados por el U2. En la meseta de El esperón se debían emplazar otros cohetes que nunca llegaron. En el centro del país estaba el tercer regimiento de los R-12.
El investigador Rubén G. Jiménez comunicó que ya la Operación Mangosta o la guerra total era la estrategia que utilizaría Estados Unidos contra Cuba. Lo que significaba que Estados Unidos necesitaba preparar un incidente en octubre pero no fueron capaces de imaginarse la crisis que de verdad se armó después de la proposición de Jruschov de traer los cohetes a Cuba.
Significó además que el U2 norteamericano comenzó a volar de forma desmesurada sobre Cuba por lo que Fidel dio la orden de tirar a todo lo que volara rasante. Kennedy y Jruschov estaban conversando, sin embargo el U2 estaba volando. El derribo de ese avión fue el punto más alto que alcanzó la Crisis. Eran vuelos rasantes los que hacían tanto que hasta se veía el casco del piloto.
El investigador Tomás Diez Acosta declaró que a 25 años del hecho los norteamericanos solo querían discutir el hecho con los soviéticos y dejar a Cuba afuera. En 1992 se realizó la conferencia cubana sobre la Crisis de los misiles que demoró tres años en prepararse porque los Estados Unidos tenían temor porque pensaban que Cuba los quería poner en el banquillo de los acusados, sin embargo la discusión fue objetiva.
Recalcó que una guerra nuclear no debe ser negocio de nadie en el mundo y menos de los cubanos a quienes en ocasiones se nos tacha de guerreristas. Sin embargo los norteamericanos fueron los que incrementaron la escalada del conflicto.
Comunicó que el programa de los cinco puntos sigue vigente como las actuales disposiciones para lograr el proceso de normalización: cese del bloque económico, comercial y financiero, cese de todo tipo de actividades subversivas, la devolución del territorio que ocupa ilegalmente la base naval de Guantánamo, además de otros elementos que han estado vigentes en las relaciones entre ambos países.
Rubén G. Jiménez Gómez planteó que en aquel momento Cuba se niega a todo tipo de inspección, los soviéticos negociaron con los estadounidenses a espaldas de Cuba y se permitió la inspección de los cohetes en el mar, después de salir de los muelles cubanos. Producto de los acuerdos se retiraron los cohetes R-12, los aviones de bombardeo y las cargas nucleares, después de eso los soviéticos entregaron a Cuba el resto de los armamentos: cohetes antiaéreos, tácticos, tierra-tierra, los aviones de caza y los radares.
Fidel dijo que se necesitaba gran cantidad de voluntarios para asimilar todo aquel armamento. A Rubén G. Jiménez fue uno de los voluntarios para esa tarea.
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