2 ene 2015

Palestina, el Consejo de Seguridad vuelve a fallarle

Como ha ocurrido por décadas, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas fracasó la víspera en la atención a los derechos legítimos de Palestina de convertirse en un estado independiente, sin la ocupación militar que desde 1967 le impone Israel.

En realidad, habría que aclarar que el nuevo error histórico no debe atribuírsele en general al órgano de 15 miembros, sino a países específicos, estimaron aquí diplomáticos, a propósito de la votación celebrada ayer sobre un proyecto palestino de resolución que fijaba 2017 como fecha tope para la retirada israelí.

La iniciativa presentada por Jordania a nombre de los países árabes no fue adoptada por la falta de un voto, luego del apoyo de Argentina, Chad, Chile, China, Francia, Luxemburgo, Rusia y el propio Reino Hachemita; el rechazo de Australia y Estados Unidos; y las abstenciones de Lituania, Nigeria, Reino Unido, Ruanda y Sudcorea.

El sufragio negativo de Washington hubiese evitado de cualquier manera la aprobación del texto, aún de concretarse los nueve votos requeridos, a partir del privilegio del veto de esa potencia, una de las cinco con escaño permanente en el Consejo.

No es la primera vez que la Casa Blanca impide acciones contrarias a los intereses de su aliado estratégico en la región, y en ese sentido sobraría con recordar sus presiones y amenazas que impidieron hace dos años la materialización del estado palestino independiente, ante lo cual la Asamblea General otorgó a ese pueblo árabe el estatus de observador no miembro de la ONU.

"Ya es hora de terminar la aborrecible ocupación israelí y la impunidad que tanto sufrimientos han traído a nuestro pueblo, por eso es muy lamentable que el Consejo de Seguridad siga paralizado", advirtió al concluir la votación el embajador palestino, Riyad Mansour.

De acuerdo con el diplomático, una vez más el órgano con el mandato de la Carta de Naciones Unidas de velar por la paz y la seguridad internacionales falló a la hora de buscar soluciones duraderas a un problema.

No pudo resolver de manera justa una injusticia histórica, traducida en más colonización, destrucción de viviendas, arrestos a civiles, terrorismo de estado e irrespeto a sitios sagrados en Jerusalén Oriental, advirtió.

Mansour recordó la agresión lanzada por Tel Aviv en julio y agosto pasados contra la bloqueada Franja de Gaza, donde "la brutalidad y el salvajismo de decenas de miles de bombas, misiles y municiones asesinaron a dos mil 100 personas, la mayoría civiles, y mutilaron o hirieron a otras 11 mil".

Asimismo, agradeció el apoyo de varios países y de la comunidad internacional al proyecto de resolución, que además de la retirada, establecía un plazo de 12 meses para lograr un acuerdo de paz palestino-israelí y el impulso a un estado palestino con las fronteras anteriores a 1967 y Jerusalén Oriental como su capital.

Mañana (hoy) nuestros líderes se reunirán para definir los pasos siguientes, adelantó.

RESPALDO CONTUNDENTE

"De nuevo el Consejo de Seguridad ha faltado a la cita con la historia, de solucionar por la vía política este problema. Su decisión envía un mensaje negativo para que persistan la ocupación, la injusticia y la opresión, facilitando las posturas radicales", sentenció después del sufragio el embajador de Chad, Cherif Mahamat Zene.

Por su parte, la representante permanente argentina, María Cristina Perceval, lamentó lo sucedido en torno a la iniciativa.

"Que cada uno de nosotros se haga responsable de lo que acaba de ocurrir en esta sala (...) ninguna resolución puede evitar la decisión de un pueblo de ser libre e independiente, y de mantener su dignidad", subrayó.

La embajadora de Jordania, Dina Kawar, calificó lo acontecido en el Consejo de un fallo en sus obligaciones de responder a los derechos legítimos de los palestinos.

Según Kawar, quien introdujo el proyecto, el Reino Hachemita mantendrá los esfuerzos para alcanzar la solución de los dos estados, y se resuelvan temas como los refugiados, el estatus de Jerusalén Oriental y las prácticas ilegales de Tel Aviv, entre ellas la colonización de territorios ocupados con nuevos asentamientos.

El texto fue presentado en el órgano de 15 miembros a mediados de diciembre, pero el votado la víspera tuvo varias enmiendas, en aras de buscar el consenso.

También Rusia, China y Francia -tres de los cinco miembros permanentes- expresaron pesar por el resultado del sufragio.

Para el representante permanente de Moscú, Vitaly Churkin, el proceso de paz en Medio Oriente se metió en un callejón sin salida, debido a que fue monopolizado por Estados Unidos.

A propósito del tema, los integrantes del Consejo de Seguridad abogaron por la solución de los dos estados y el reinicio de conversaciones de paz entre palestinos e israelíes.

En abril pasado naufragó un intento promovido por Washington para alcanzar una solución aceptable para las partes, luego de que Israel descartará detener la construcción de colonias en la ocupada Cisjordania, incluyendo Jerusalén Oriental, y se negará a cumplir en todas sus fases con la prometida liberación de prisioneros.

De acuerdo con el embajador de Palestina aquí, esa postura y la agresión a Gaza demuestran la falta de voluntad política de Tel Aviv para resolver el conflicto, ante lo cual no quedó otra salida que acudir al Consejo de Seguridad con una resolución, para tratar de detener de una vez el sufrimiento de un pueblo.

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