9 jul 2015

Grecia pidió un nuevo rescate a la Unión Europea

Tsipras planteó la necesidad de un nuevo rescate para Grecia ayer en el Parlamento Europeo en Estrasburgo, Francia.

El premier heleno, Alexis Tsipras, recibió tanto ovaciones por parte de los eurodiputados izquierdistas como abucheos de los representantes conservadores al hablar ayer ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo.

El gobierno griego solicitó ayer un nuevo rescate internacional de tres años y hoy presentará en detalle un plan de reformas económicas que sus acreedores exigen como condición para evitar la salida del euro. El premier heleno, Alexis Tsipras, recibió tanto ovaciones por parte de los eurodiputados izquierdistas como abucheos de los representantes conservadores al hablar ayer ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo, Francia. Allí, el líder griego se mostró confiado en que su país cumplirá con el ultimátum de los líderes de la Eurozona de alcanzar el esperado acuerdo para el domingo próximo como máximo.

Previo a la presentación del premier heleno, el vocero del presidente del Eurogrupo, Michel Rejins, confirmó en Bruselas que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) recibió una “solicitud de apoyo” de parte de Grecia. El portavoz agregó que la petición será evaluada por el Grupo de Trabajo del Euro y no en una teleconferencia de los ministros de Finanzas de la Eurozona, como estaba previsto hasta el martes. En la carta de solicitud, el ministro de Finanzas griego, Euclides Tsakalotos, pidió un programa de ayuda financiera de tres años y prometió “implementar inmediatamente”, desde el lunes próximo, reformas económicas relativas a la fiscalidad y las jubilaciones. Sin dar más detalles sobre las medidas, agregó que serán dirigidas a fortalecer las áreas de sostenibilidad fiscal y crecimiento económico a largo plazo. El objetivo de Grecia, expresó Tsakalotos, es afrontar las obligaciones de deuda y asegurar la estabilidad financiera. “Grecia está comprometida a honrar sus obligaciones financieras con todos sus acreedores de manera completa y a tiempo. Confiamos en que los Estados miembro aprecien la urgencia de nuestra solicitud de crédito”, añadió.

El MEDE consiste en un fondo especial para asistir financieramente a los países que integran la Eurozona. El pedido de rescate al MEDE era el primer paso que exigieron a Grecia los líderes de la Eurozona en una cumbre de emergencia celebrada ayer. Dicho encuentro marcó la reanudación de las negociaciones con Atenas tras el rotundo triunfo del No en el referéndum antiajuste convocado por Tsipras y celebrado el domingo pasado. Para obtener la ayuda financiera, Atenas debe presentar ahora una propuesta detallada de reformas económicas antes de una cumbre de los 28 líderes de la Unión Europea (UE).

En su discurso, Tsipras confirmó la solicitud de lo que sería su tercer rescate financiero desde 2010, pero esta vez al MEDE, por una cifra cercana a los 50.000 millones de euros. El líder europeo expresó que confía en que, en los próximos días, su gobierno logrará cumplir las obligaciones, siempre y cuando sean satisfactorias tanto para Grecia como para la Eurozona.

En la Eurocámara, Tsipras dijo que el acuerdo que busca debe poner fin de una vez por todas a la crisis financiera de su país, y no ser sólo un parche temporal, y agregó que también debe repartir las cargas de forma justa entre los griegos. “Necesitamos asegurar la financiación a mediano plazo de nuestro país con un programa de crecimiento”, aseguró.

El jefe de gobierno también insistió en la necesidad de reestructurar la deuda externa de 320.000 millones de euros o del 180 por ciento del PBI nacional, algo a lo que muchos de los acreedores del país, sobre todo Alemania, se oponen rotundamente. “Pido un recorte de la deuda para poder ser capaces de restituir el dinero”, agregó.

Los aplausos resonaron desde las bancas ocupadas por los partidos de izquierda europeos cuando Tsipras dijo que la ayuda a Grecia debe ir a parar a los griegos y no a los bancos. En tanto, desde la bancada de los partidos conservadores, por el contrario, arreciaron las críticas al premier heleno luego de que defendiera la convocatoria del referéndum y apuntara contra los ajustes exigidos a Atenas desde 2010, acusando a los acreedores de haber sometido a su país a un “experimento de austeridad” que, dijo, fracasó.

En Grecia, en tanto, los ahorristas padecieron ayer el octavo día consecutivo de corralito, mientras que los bancos y la Bolsa permanecen cerrados desde el lunes pasado. Los griegos no pueden sacar más de 60 euros diarios ni enviar dinero al exterior ni pagar cuentas sin un permiso especial. Además, 35 aerolíneas que vuelan al país heleno eliminaron la posibilidad de que los griegos cancelen el costo de los billetes aéreos con tarjetas de crédito emitidas en ese país. De este modo, sólo queda disponible la posibilidad de abonar los pasajes en efectivo.

La crisis del país mediterráneo enervó a los líderes europeos, que acusaron a Tsipras, electo con la promesa de poner fin a los ajustes, de prolongar y exacerbar la situación de manera innecesaria durante seis meses. En los últimos cinco años, Grecia ya recibió dos rescates por 240.000 millones de euros de los otros países de la Eurozona y del FMI, el último de los cuales expiró el 30 de junio, el mismo día en que Atenas incumplió un pago de deuda con el Fondo y cayó en mora con el organismo de crédito internacional.

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