11 jul 2016

“La palabra independencia no es la palabra más agradable para este gobierno”

Gustavo Sylvestre entrevista a Felipe Pigna. Una conversación sobre independencia y coraje mientras el gobierno pide “perdón” a empresarios
españoles. Y una propuesta: celebrar.

Hay poco clima de bicentenario no sé si vos notas lo mismo.

Lo noto con mucha tristeza. Para la gente del interior del país la gran fecha siempre fue el 9 de julio, se sienten partícipes. El 25 de mayo fue una fecha más local quizás, muy importante porque fue el inicio de algo, pero el 9 de julio es el 9 de julio. Un hecho de gran coraje con un contexto tremendamente desfavorable. Cuando declaramos la independencia estábamos muy solitos, habían sido derrotados todos los resistentes al imperio español, habían caído de Centroamérica para abajo. Bolívar había sido derrotado, estaba esperando lo que pasaba en el sur, qué iba a hacer San Martín para lanzar su contraofensiva. Fue un hecho de coraje, recordemos que Tucumán estaba bajo toque de queda, era una zona de combate. Es una pena pero es coherente, es muy coherente, la palabra independencia quizás no es la palabra más agradable para este gobierno.

Me causa mucha indignación sobre todo cuando hay un acompañamiento mediático desde algunos medios que en lugar de rescatar este festejo, que como decís vos debería ser de nivel, dicen bueno se gastó mucho más, ahora va a haber austeridad ¿De qué austeridad estamos hablando? ¿De olvidarnos de lo esencial de nuestras raíces?

No creo que sea casual, tiene que ver con cierta coherencia discursiva.

Volver a instalar en la gente la palabra independencia, en estos momentos en que le vamos a pedir disculpas a los españoles, evidentemente no es lo mejor.

Yo creo que, bien como decías vos, hay que festejar en cada ciudad. Recorro mucho el país y es muy lindo ver como en las ciudades se preparan festejos, los intendentes, la gente de los consejos, de la sociedades de fomento, clubes, eso es lo lindo.

Mañana en San Antonio de Areco hay un festejo todo el día, popular, hay que refugiarse en esos lugares.

Que no nos quiten la alegría.

Que no nos quiten la alegría de ser argentinos

Exactamente, hay que resistir también en eso, no caer en esa amargura que ya tenemos porque no hay muchos motivos para festejar. Pero sí hay que festejar nuestra identidad que nos constituye como ciudadanos argentinos. No hay que caer en esa oleada de mal humor que nos proponen todos los días.


¿Por qué costó tanto declarar la Independencia? Del 25 de mayo de 1810, cuando se produce el primer gobierno patrio, hasta el 9 de julio, 6 años pasaron.

Hubo ahí una muy fuerte influencia británica. En ese momento Gran Bretaña era aliada de España y obviamente tenía una gran influencia sobre esos gobiernos que fueron bastante conservadores. Después de la derrota de Moreno, desde la Junta Grande en adelante, los gobiernos bastante vinculados a Gran Bretaña obedecen ese mandato de no caer en la tentación de proclamar la independencia con la idea inglesa de que estarían complicando a uno de sus principales aliados en la lucha contra Napoleón. Esto se obedece hasta el momento en que cae Napoleón en 1815, ahí hay que tomar una decisión. Nuestro director supremo, que era la autoridad máxima en ese momento, Carlos de Alvear, decide entregarse, decide por un lado empezar a pedir disculpas a España y por otro lado ofrecer estas provincias al protectorado de Gran Bretaña. Manda un enviado, Manuel José García, a Río de Janeiro a ver al embajador inglés y le propone que seamos una colonia. Esa famosa carta en donde dice: “estas provincias se abandonan a la voluntad de su majestad británica”. Esto provoca un verdadero escándalo y no hay más alternativa: se subleva el ejercito de los Andes, se subleva el ejército del Norte, Alvear tiene que renunciar no sin antes exiliarse en Río, entregarle todos nuestros circuitos militares al embajador español y volver a pedir disculpas y decir que estuvo muy equivocado. Ya no hay manera de pararlo, los patriotas Belgrano, Güemes, San Martín, exigen la convocatoria al Congreso. No puede ser en Buenos Aires porque Buenos Aires ya tiene mala fama por el gobierno centralista que había tenido y por eso se elige Tucumán, una especie de señal de decisión, un lugar en zona de combate. Ahí entonces se produce este congreso que es realmente interesante, que por otra parte también hay que celebrar el debate que se dio en ese Congreso. Fue un Congreso político. No nos olvidemos que es un Congreso constituyente, de ahí tenía que salir una constitución. Y hay cosas muy lindas, por ejemplo, San Martín redacta junto a Godoy Cruz, uno de sus diputados cuyanos, el primer proyecto de protección de la industria nacional referido al vino.

El primer proyecto proteccionista en nuestra historia presentado por Godoy Cruz y redactado por San Martín es rechazado por los diputados porteños liberales con un argumento que les va a sonar mucho: dicen que si aprobamos ese proyecto nos aislamos del mundo.

Es 1816 y de alguna manera nos da una señal de lo que vendría.

¿Qué factores económicos inciden para ir contra el deseo de la corona británica?

No había manera de sostener esa situación de limbo, seguíamos siendo algo indefinido, además Inglaterra deja de presionar porque como cayó Napoleón esta ficción de alianza con España carece de sentido, es la propia Inglaterra de alguna manera la que da el visto bueno. Era imposible no tenerla de aliada a Inglaterra para las provincias unidas, para todos aquellos países emergentes en aquel momento era una aliada natural, no había manera de comerciar con el mundo que no fuera a través de Gran Bretaña. De alguna manera lo determinan los hechos externos.

¿Quién fue el que más se la jugó por ese Congreso?

San Martín, él necesitaba por cuestiones lógicas tener el Acta de la Independencia en el verano cuando tenía que cruzar a Chile porque era medio ridículo ir a liberar a un país saliendo de un país que no está liberado. Él es el que más presiona con las cartas que le manda a Godoy Cruz. También Belgrano que participa en el Congreso en carácter de invitado especial y da un discurso muy fuerte. Lo da el 6 de julio y dicen, los presentes que tienen memorias escritas, que fue muy decisivo. Además propone algo muy original que es la monarquía incaica, que no es cualquier inca sino ni más ni menos que el hermano de Tupac Amaru que estaba, en ese momento, preso en España. Era una doble reivindicación a los Incas y por otro lado la rebelión más importante que tuvo América latina que fue la de Tupac. Además, como él dice, ganarse el favor de una zona hostil que era el Alto Perú y la razón que da es muy válida: ya que vamos a coronar un rey por qué un rey español o francés y no un americano.

¿Por qué crees que a Artigas le quitan poder y no participa?

Artigas había hecho un congreso que es el famoso congreso del “Arroyo de la China” en Concepción del Uruguay. Muy importante, no termina de concretarse pero hablan de independencia, de República, la liga de los pueblos libres, y él envía en el ‘15 al nuevo directorio de diputados para hablar de la temática del congreso. Cuando llegan esos diputados son secuestrados por las autoridades porteñas y encerrados en un barco, luego de eso se ordena la invasión a Santa Fe por parte de Viamonte, territorio de los pueblos libres también. Por eso Artigas tomó la decisión, cree que no están dadas las condiciones de enviar diputados. Hoy en día se debate mucho en Uruguay, por historiadores artiguistas, si hizo bien o hizo mal y acuerdan que hizo mal, que se entienden perfectamente las razones pero que hubiera sido muy bueno para todos, uruguayos y argentinos, que hubiera habido una fuerte diputación de los pueblos libres, que hubiera cambiado probablemente el menú de aquel congreso.


 

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