2 ago 2014

Israel planea retirarse de Gaza casi mil 700 palestinos muertos después

Casi 1.700 palestinos muertos después, Israel pondrá fin a su enésima ofensiva militar contra Gaza. El Gobierno israelí ha decidido no negociar un alto el fuego con Hamás, lo que podría acelerar su retirada unilateral de la Franja.

De hecho, según el diario Haaretz, que cita a fuentes militares, el Ejército israelí ordenará a sus soldados que comiencen a retroceder posiciones en las próximas 24 horas tras anunciar la destrucción de todos los túneles que, según su conocimiento, atraviesan la frontera entre Gaza e Israel.

“No hay ninguna razón para hablar de un alto el fuego con esta organización (Hamás), lo hemos intentado en seis ocasiones y no ha salido nada”, afirmó hoy el ministro israelí de Asuntos Estratégicos, Yuval Steinintz, al confirmar que su país ha decidido poner fin a la ofensiva sin llegar a un acuerdo con las milicias palestinas.

En una entrevista con el Canal 10 de la televisión israelí, Steinitz reconoció que el gabinete para asuntos de seguridad analizó el viernes el dilema de si Israel debía seguir adelante con la ofensiva hasta derrotar a Hamás, negociar un alto el fuego a través de Egipto o adoptar una política unilateral.

“No vamos también a premiarles con un acuerdo”, dijo hoy a Efe una fuente de la oficina del primer ministro al descartar un posible pacto mediado por Egipto que pueda contemplar el levantamiento del bloqueo israelí de siete años a la franja, un logro que Hamás quiere presentar a su pueblo como contrapartida por el severo sufrimiento y daños que ha causado esta guerra de veintiséis días.

En la jornada de hoy, otros al menos sesenta palestinos han muerto en los bombardeos israelíes por tierra, mar y aire, dijo Ashraf Al Qidra, portavoz del Ministerio de Sanidad en la franja.

Entre las últimas víctimas hay cuatro palestinos, tres de ellos menores, que murieron en un ataque aéreo contra una casa en el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de la franja, y otros tres en la ciudad de Rafah (en la frontera con Egipto), asediada por el Ejército israelí para buscar al soldado desaparecido el viernes en un ataque en el que murieron otros dos militares.

Con los de hoy, se elevan a 1.674, dos tercios de ellos civiles, los palestinos muertos desde que el pasado 8 de julio Israel puso en marcha la operación “Margen protector”, y los heridos son casi 9.000, según el portavoz.

En Israel, los muertos superan los 60, la inmensa mayoría militares que participaban en la operación terrestre.

El primer signo de la decisión israelí ha sido la autorización hoy del Ejército para que miles de residentes de la ciudad de Beit Lahia, en el norte de la franja, regresen a su casas.

Testigos palestinos aseguraron también que filas enteras de tanques y blindados israelíes se replegaban de esa zona hacia la frontera, información que ha sido confirmada por periodistas israelíes en la zona.

“La cuenta atrás ha comenzado, no sabemos si llevará horas o días, pero esto parece que ha terminado”, coincidían en señalar esta tarde varios corresponsales militares locales.

Según fuentes en la Oficina del Primer Ministro, Israel completará próximamente la destrucción de una treintena de túneles que cruzan de Gaza a Israel, y después aplicará una política de “calma por calma”.

Las fuentes explicaron que creen haber conseguido la suficiente disuasión como para que Hamás cese las hostilidades, pero que si no es así “seguiremos la operación, o nos iremos (de allí) y seguiremos presionando mediante ataques aéreos”.

Por ahora, según el Canal 10, la fuerte presencia militar israelí sólo continúa en la ciudad de Rafah, donde el viernes desapareció un soldado que Israel da por capturado, si bien Hamás sugiere que puede estar muerto.

“Hemos perdido contacto con un grupo de nuestros combatientes… cuando las fuerzas de ocupación israelíes penetraron en el este de Rafah. Sospechamos que murieron por los ataques israelíes, incluido el soldado, que, supuestamente, fue capturado por el grupo”, se indica en un comunicado del brazo armado de Hamás, los “Brigadas es de Azedín Al Kasem”.

En cuanto a la decisión israelí de no acudir a las negociaciones de El Cairo para un alto el fuego, que debían comenzar mañana, el portavoz del movimiento islamista Sami Avbu Zuhri aseguró que sus hombres no se verán comprometidos a mantener la calma.

“Los militantes de Hamás en el terreno decidirán cómo responder a esa decisión. No nos veremos comprometidos en nada”, dijo en declaraciones que recoge la agencia palestina Maan.

Y apuntó que “la ocupación (como Hamás se refiere a “Israel”) debe elegir qué precio quiere pagar: el precio de quedarse en Gaza, el precio de retirarse, o el precio de la negociación”, agregó.

Por su parte, Mushir Al Masri, otro de sus portavoces, afirmó que su delegación “viaja a El Cairo desde una posición de fuerza” y que es Israel la que “ahora trata de cambiar la ecuación y negociar mientras sigue disparando”.

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