La misión diplomática de Estados Unidos en el país
convoca a economistas argentinos para conocer la situación local. La mayoría de
las opiniones son negativas. Aquí se revela quiénes son y qué dicen. El lobby
buitre.
Es interesante conocer los nombres de los economistas argentinos que han
visitado la embajada de Estados Unidos en el país para rendir examen y
cuestionar el rumbo económico. Es ilustrativo para revelar cómo se va
construyendo el circuito de reproducción del sentido de interpretación de los
acontecimientos económicos. Conocer el elenco de economistas que ha interactuado
con la embajada de Estados Unidos es revelador de cómo se van construyendo las
amenazas económicas y su amplificación sobre los amenazados. Muestra la relación
circular que existe entre medios de comunicación, economistas y la cuestión
económica. Los cables de Wikileaks son un aporte muy importante para descubrir
ese circuito. Investigamos los cables de la embajada de Estados Unidos que
tienen como protagonistas a economistas argentinos. Nos ocupamos de conocer cuál
fue el mensaje entregado por cada uno de ellos.
- Domingo Cavallo
El embajador Anthony Wayne recibió en febrero de 2009 a Cavallo por primera vez
desde el regreso del economista al país en 2006, luego de “un autoexilio” en
Harvard tras el colapso de la convertibilidad. En el encuentro en la sede de la
embajada, Cavallo mostró intención de recomponer su reputación e imagen pública,
con el objetivo de volver a jugar un rol relevante en las decisiones de política
económica nacional. El ex ministro de Economía mostró ante el embajador Wayne
una preocupación creciente por la administración económica de Cristina Fernández
de Kirchner, afirmando que lo único que le generaba optimismo era la proximidad
de un recambio de gobierno. A pesar de la advertencia, en 2010 el país creció
9,1 por ciento, mientras que en 2011 avanzó 8,6 por ciento, cuando Cristina
Fernández de Kirchner consiguió la reelección con el 54 por ciento de los votos.
En la charla de Cavallo con el embajador Wayne aseguró que Argentina estaba en
peores condiciones que el resto de los países de la región para enfrentar los
efectos de la crisis internacional. Criticó la política de desendeudamiento.
Aseguró que la alternativa del gobierno de no recurrir al financiamiento del
Fondo Monetario Internacional y de aplicar keynesianismo implicaba el camino
directo a la “venezualización” de la economía, al tiempo que mencionó que la
recomposición de relaciones con el FMI era la salvación ante las distorsiones
del mercado interno.
- Nicolás Dujovne
Personal de la embajada habló con una docena de analistas políticos,
economistas, hombres de negocios y políticos acerca de cómo pensaban que iba a
ser el curso de acción del Gobierno frente a los efectos de la crisis
internacional y a la mala performance en las elecciones legislativas. Uno de los
especialistas convocados fue Nicolás Dujovne, en ese momento economista jefe del
Banco Galicia y vinculado al radicalismo. El consultor volvió a ofrecer su
opinión a la embajada en octubre del mismo año (2009), cuando se discutía la
posibilidad de reabrir el canje de deuda. Los registros de estas charlas fueron
en ambos casos clasificados a partir de la instrucción de Tom Kelly, encargado
de negocios de Estados Unidos en el país. El escenario que planteó Dujovne a
mitad de 2009 refería que el Gobierno no encararía grandes correcciones ni
tomaría la decisión de “radicalizar” las medidas, sino que optaría por la
tercera opción de cambiar el rumbo lo menos posible.
- Rogelio Frigerio y Miguel Kiguel
El embajador Anthony Wayne reunió a principios de junio de 2008 a otros
embajadores y hombres de negocios en un almuerzo para recibir la visita al país
del senador demócrata Christopher Dodd. En el encuentro se discutieron temas de
integración regional, desafíos para reducir la pobreza y el esfuerzo para
incrementar la justicia social. Los participantes mostraron preocupación
respecto de la Argentina, criticando la falta de habilidad del Gobierno para
administrar el proceso inflacionario y controlar las tensiones con el sector
agropecuario. Rogelio Frigerio, economista del PRO, realizó las principales
críticas respecto del rumbo de la región y el país. Miguel Kiguel, ex
subsecretario de Finanzas y uno de los responsables del proceso de endeudamiento
de los noventa, también mostró su disconformidad en relación con la performance
de la economía local.
- Carlos Melconian
En los registros de Wikileaks hasta 2010 consta que el economista fue consultado
en dos oportunidades. La primera fue el 24 de julio de 2008, cuando el equipo
económico de la embajada (Econoff) le pidió su opinión respecto del reemplazo de
Alberto Fernández por Sergio Massa al frente de la Jefatura de Gabinete. Un año
después, a fines de julio de 2009, lo volvieron a consultar acerca de la
posibilidad de que Cristina Fernández de Kirchner no finalizara su mandato.
Melconian aseguró que “siempre que los gobiernos argentinos salieron debilitados
de las elecciones de mitad de período y se enfrentaron a una situación de
deterioro económico, la estrategia fue avanzar en medidas de resguardo contra un
colapso. Pero la estrategia puede fallar y la economía puede colapsar antes de
las elecciones presidenciales. Eso es lo que ocurrió en la transición de
Alfonsín-Menem entre 1987 y 1989”. Advirtió entonces que Cristina Fernández de
Kirchner podría correr la misma suerte sombría que la de los gobiernos de
Alfonsín y De la Rúa.
- Daniel Artana
Uno de los economistas con más registros en los cables filtrados de Wikileaks es
Daniel Artana, director de la Fundación FIEL. Entre enero de 2005 y abril de
2009, fue invitado a comer con el embajador tres veces, y el equipo económico de
la embajada (Econoff) solicitó su opinión en una cuarta oportunidad. Los temas
que motivaron las conversaciones avanzaron desde el pesimismo sobre las
perspectivas de la economía argentina hasta las políticas habitacionales del
Gobierno. El embajador Wayne realizó el 2 de septiembre de 2008 un almuerzo con
cinco economistas para hablar de coyuntura, aprovechando la visita al país de
Randall Kroszner, directivo de la Reserva Federal. Artana fue uno de los más
escépticos respecto de las perspectivas de la economía local.
Además de Artana, participaron Javier González Fraga, Ricardo Arriazu, Federico
Sturzenegger y Javier Kulesz. La embajada los describió como “un grupo de
selectos y prominentes economistas de la Argentina”.
- Miguel Angel Broda
A mitad del 2007, la visita al país del directivo de la Reserva Federal, Randall
Kroszner, llevó al embajador Wayne a organizar una comida con especialistas
entre los que subrayó la presencia de Miguel Angel Broda. Uno de los temas
centrales de la discusión fue la globalización y el mercado de capitales. El
punto para medir el verdadero riesgo de los emergentes, según Broda, pasaba por
medir otros elementos centrales como la falta de “reglas de juego” y de
“seguridad jurídica”.
- Roberto Lavagna
El 11 de diciembre de 2008, Roberto Lavagna se encontró con el embajador Wayne
para conversar de política y economía. La perspectiva del ex ministro de
Economía fue que el país avanzaba a un proceso de estanflación, pronóstico que
repitió en la prensa en cada uno de los siguientes años. Se mostró crítico de la
gestión del kirchnerismo tras su despido al frente del Palacio de Hacienda. El
embajador convocó a Lavagna para conocer su lectura acerca de la performance
económica de la Argentina, el impacto esperado de la crisis financiera
internacional para el país, las perspectivas políticas rumbo a las elecciones de
medio término de 2009, el efecto de la nacionalización de las AFJP, el
lanzamiento de un plan de estímulos del Gobierno y el plan para la repatriación
de capitales del equipo económico (blanqueo).
- Martín Redrado
Es el economista de cabecera de la embajada estadounidense en la Argentina y uno
de sus más valiosos informantes. Los 98 cables que lo mencionan entre principios
de 2006 y comienzos de 2010 así lo atestiguan. Varios de los cables informan que
las confidencias de Redrado deben mantenerse bajo reserva de identidad, y se
desprende que mantenía un contacto muy fluido con sus interlocutores de la
embajada. Aquí analizamos los diálogos directos que Redrado mantuvo con la
embajada estando al frente del Banco Central. Uno fue a comienzos de abril de
2009, cuando envió una carta al embajador Wayne, con el objetivo de defender su
gestión en la autoridad monetaria y culpar de la inflación a los excesos de la
política fiscal y de la política de ingresos a través de la negociación de
paritarias. El otro contacto había sido a principios de 2009, cuando se reunió
personalmente con Wayne para defender la independencia del Banco Central y
criticar a funcionarios kirchneristas por ser “espantapájaros” del mercado. En
conversación con Wayne, le adelantó que se anunciaría un swap de monedas con
China.
- Javier González Fraga y Federico Sturzenegger
A principios de septiembre de 2008, González Fraga y Sturzenegger asistieron a
un almuerzo en la embajada, en el cual se agasajó por su visita al país al
directivo de la Reserva Federal, Randall Kroszner. El encuentro coincidió con el
anuncio de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner sobre un desembolso de
6700 millones de dólares para saldar la deuda con el Club de París. El dinero,
según informó la mandataria, iba a salir de las reservas de la autoridad
monetaria. Los economistas ofrecieron su punto de vista respecto de ese anuncio.
- Ricardo López Murphy
Es uno de los consultores que registra la mayor cantidad de visitas a la
embajada. Entre 2008 y 2009 fue a reunirse con el embajador en tres
oportunidades, en las que ofreció visiones sombrías sobre el rumbo de la
economía. Los principales planteos del economista fueron que el kirchnerismo iba
a perder la mayoría en el Congreso y agregó: “Los Kirchner no están
acostumbrados a gobernar sin mayoría. Argentina puede volverse ingobernable,
contexto en el que Cristina Fernández de Kirchner debería dar un paso al
costado”. Le dijo al embajador que en Argentina, tenemos “el tipo incorrecto de
líderes”. Mencionó que no entendía qué hay en la cabeza de la población para
votarlos, tras preguntarse: “¿Por qué los Kirchner son populares cuando cometen
tantos errores?”.
- Mario Blejer
A fines de julio de 2009, tras la derrota electoral del oficialismo en las
elecciones de medio término, la embajada indagó con distintos especialistas del
establishment local acerca de las dificultades que tendría la presidenta
Cristina Fernández de Kirchner para terminar en forma equilibrada su mandato.
Mario Blejer, un hombre del sistema financiero, ex funcionario del Fondo
Monetario Internacional, aseguró que los principales problemas podían llegar a
través del control de Néstor Kirchner sobre la política económica del Gobierno.
“Néstor no sabe nada de economía y, para colmo, piensa que conoce mucho y no
escucha los consejos de nadie”, sentenció Blejer. Agregó que la situación
conducía a un estado de autismo respecto de cuáles eran las tensiones centrales
de la economía.
- Daniel Marx
El embajador Wayne se reunió con Daniel Marx el 2 de octubre de 2008, en un
encuentro del que también participó Eduardo Curia (la frase destacada de Curia
en este encuentro fue: “Sólo soy feliz cuando el dólar esta caro”, postulando
que es necesario mantener un tipo de cambio muy devaluado para crecer) y Gabriel
Sánchez, de la Fundación Mediterránea. Marx se encargó de ofrecer la visión más
pesimista en relación con la performance económica del Gobierno. Los registros
de Wikileaks computaron que el economista también fue consultado por el equipo
técnico de la embajada (Econoff) en 2010, cuando ofreció su opinión acerca de la
salida del ex presidente del Central, Martín Redrado.
Las opiniones, diagnósticos y pronósticos sobre la economía argentina pueden ser
correctos o fallidos. No es lo relevante. Lo revelador es que los expusieron –y
lo deben seguir haciendo– ante el embajador y funcionarios de la misión
diplomática de Estados Unidos en el país.
Visitar la embajada de Estados Unidos para brindar un informe individual o junto
a otros colegas (siendo la mayoría de las opiniones críticas sobre la realidad
económica argentina) es uno de los eslabones de la cadena de construcción de las
amenazas que aprisionan a la sociedad en el miedo en la economía. Son las mismas
amenazas que después circulan por el mundo empresario y los grandes medios.
Conocer esa circularidad es un primer paso para dejar de temblar con sus
pronósticos negativos, que expresan deseos que casi siempre colisionan con la
realidad.
Los dólares buitre
La American Task Force Argentina es la entidad de lobby de los fondos buitre
liderada por Elliott Associates, de Paul Singer. Invierte millones de dólares en
campañas de desinformación en la prensa estadounidense, con ramificaciones en la
argentina, para influir en la opinión pública, en el Congreso de Estados Unidos,
en la Legislatura del Estado de Nueva York, en tribunales de otros países (como
el de Ghana) y también en el de la ciudad que ampara a Wall Street. Ha
intervenido en las calles y en las redes sociales: financió cacerolazos, movidas
político-mediáticas y escraches frente a la embajada argentina en Washington.
El presupuesto de la ATFA subió de 1,3 a 3,0 millones de dólares de 2012 a 2013,
según la declaración de impuestos que se puede encontrar en Internet (www.citizenaudit.org).
En 2007, el presupuesto era de 300.000 dólares, y el de 2014 superó el máximo de
2013 teniendo en cuenta la intensidad de la campaña de desinformación desplegada
a nivel internacional, con especial foco en medios argentinos. Exactamente
fueron 4.702.264 dólares. De ese total, destinó 1.351.717 dólares para “media
relations, developed and distributed press releases, advertisements and posted
blogs”. Dinero para financiar campañas de prensa. Hubo un monto similar para la
tarea de lobby sobre miembros del Congreso de Estados Unidos.
El Observatorio de la Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo
elaboró un informe sobre el material periodístico utilizado en la usina de
difusión buitre online. De acuerdo al relevamiento realizado en el sitio de la
ATFA hasta abril de 2015, el 42 por ciento provino de los diarios La Nación y
Clarín, elevando el porcentaje al 70 por ciento al incluir El Cronista e Infobae.
Uno de los editoriales del diario La Nación dedicados a la labor del juez Griesa
frente a la situación del Citibank exhibe, sin inhibiciones, la identificación
de los tradicionales sectores conservadores con los intereses de los fondos
buitre. En “Negociar con inteligencia y humildad” (20 de abril 2015) se afirma
que “el juez Griesa tuvo a lo largo de diez años una paciencia samaritana con la
Argentina. (...) Alguna vez se volverá a aprender en la política argentina que
las deudas se pagan, y si no se pagan, se renegocian con inteligencia y
humildad, no con la arrogancia irracional que ha campeado en los balcones de la
plaza pública desde que se abandonó el legado de Avellaneda y se dejaron
abiertas, después de dos reestructuraciones, cuestiones de suma gravedad que
alguien deberá resolver, como en el caso del Citi, en el futuro inmediato. De
otro modo se profundizará el aislamiento que sufre el país”.
La American Task Force Argentina gastó casi 1,5 millón de dólares en 2014 para
hacer lobby sobre el gobierno de Estados Unidos contra Argentina. En ese rubro
destinó 6,1 millones de dólares desde 2007 contratando a las firmas de lobby
Covington and Burling, Raben Group, Mack Strategies, Schokey Scofields Solutions
y DCI Group para hacer lobby en la Casa Blanca, el Departamento de Justicia, el
Departamento de Estado, el Senado y la Cámara de Representantes.
Paul Singer, creador y principal financista de la American Task Force Argentina,
convocó para esa tarea a demócratas, mientras ejerció influencia sobre el
Partido Republicano a través de donaciones millonarias para campañas
electorales. Más de un tercio de los senadores de la actual bancada republicana
recibieron aportes de Singer a través de Elliott Management.
En las elecciones legislativas de 2014, Singer fue el principal aportantes a las
campañas de candidatos republicanos destinando más de 7 millones de dólares. El
Centre for Responsive Politics calculó que Singer financió a cincuenta y seis
diputados o senadores desde 2004. Cinco fueron demócratas. A título personal,
figuró como sexto aportante global en la campaña de 2012, con 745.000 dólares,
para Mitt Romney, candidato republicano derrotado por Barack Obama.
Quienes minimizan la capacidad de influencia del lobby financiero sobre
gobiernos y jueces lo hacen por desconocimiento o porque son parte de ese mismo
lobby. El default y reestructuración de la deuda argentina es un caso lo
suficientemente visible de ese tipo de intervención. Ese circuito de dinero
sería categorizado como un tipo de corrupción en países periféricos; mientras
que en Estados Unidos está legalizado bajo la figura del lobby. Joseph Stiglitz
escribió en Cómo hacer que funcione la globalización: “En las economías
sofisticadas como la de Estados Unidos, el soborno descarado ha sido ampliamente
reemplazado por las contribuciones a las campañas políticas, y posiblemente la
recompensa no sea simplemente la firma de un contrato para la construcción de
una carretera a precios superiores a los del mercado sino un cambio en la
política económica, cuyas derivaciones resultan muchísimo más costosas para toda
la sociedad”.
El lobby buitre apeló a un grupo de economistas argentinos que elaboró
documentos supuestamente en forma desinteresada para respaldar el reclamo a la
Argentina. Claudio Loser fue uno de los casos más grotescos. Es el economista
argentino que más alto había llegado en la estructura del Fondo Monetario
Internacional. Entregó un análisis sobre un eventual default argentino a los
fondos buitre. Contenido que utilizó la American Task Force Argentina en una
solicitada publicada en medios locales. Loser le prestó sus servicios con el
documento Argentina v. holdouts: the real costs of default and benefits of
settlement.
La acción de lobby es una de las amenazas más efectivas de los fondos buitre
para conseguir su objetivo. Ser parte de ella es una decisión que excede la
cándida justificación de Loser. “Yo tenía un documento que escribí hace algunos
días que ellos (la ATFA) me pidieron si lo podían utilizar”, afirmó en una
entrevista en Radio La Red. No se resistió. Mantuvo una línea de conducta
coherente con su militancia en el FMI.
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